La pasada semana se celebró en Murcia el 8 Encuentro Nacional de Diseño, organizado por Dip y READ y que este año debido a la situación sanitaria ha tenido que modificar el formato y realizarse principalmente online, aunque unos pocos pudimos disfrutarlo en directo. Esta edición ha supuesto un salto de calidad (y cantidad) en la trayectoria de los ENADs y de READ, por diferentes causas que me gustaría reflejar, pues considero un hito esta edición, una pequeña cima, colofón de una trayectoria colectiva de 10 años.
Lo primero la cantidad, pues gracias al formato online, en esta edición han podido “estar presentes” en las diferentes actividades programadas más de 2000 personas (642 inscritos). Y además, de todas partes del mundo, convirtiendo el evento en un encuentro internacional con presencia de diseñadores de Portugal, Argentina, Perú, USA, México, Hungría, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Brasil, Uruguay, Bolivia, Suiza, USA y por supuesto de todas las regiones de España. Por ejemplo, de la Asociación de Cuenca, que normalmente acudo solo, esta edición ha contado con “asistencia” de otros asociados que nunca se habían propuesto “perder” dos días para compartir con la comunidad del diseño más importante a nivel nacional: esperemos sirva para que en próximas ediciones la presencia de diseñadores conquenses sea más elevada.
Pero lo más importante tiene que ver con la calidad, que creo se comprueba en relación a dos polos: (1) la participación de entidades públicas de muy diferentes ramos y rangos (muestra de que empieza a entenderse la transversalidad del diseño y su aplicación a políticas públicas con retorno efectivo); y (2) la participación del tejido empresarial, un objetivo largamente deseado por READ, que poco a poco vamos acariciando (señal de que empiezan a vernos a los diseñadores como esas piezas claves en el desarrollo y mejora de los negocios).
Tras estos días de análisis, y con la perspectiva que da más de un lustro en la Junta Directiva de READ, creo que estos resultados son fruto de un trabajo paciente y laborioso, normalmente oculto, de promoción del diseño y los diseñadores en entidades públicas y privadas; de trabajo arduo de las diferentes juntas directivas por articular una asociación integradora, que acoja todas las diferencias y particularidades de un sector variopinto, con diferentes formatos y velocidades sin fagocitarnos, a pesar de un crecimiento importante desde su fundación hace 10 años, y manteniendo un sistema de organización democrático y horizontal.
Pero también gracias a la alta participación desinteresada de numerosos socios de las diferentes asociaciones miembro en la ideación, diseño e implementación de los diferentes proyectos de READ, trabajando por el bien del diseño y de READ sin esperar nada a cambio, sabiendo sólo de su aportación a una profesión tan hermosa como la del diseño.
Estos factores (y algunos otros) han hecho posible que hoy READ sea vista como una organización referente por los diseñadores, pero también un aliado por las empresas e instituciones públicas. READ es contemplada hoy como un espacio desde el que trabajar y aportar para la mejora real de empresas, instituciones y sociedad, en definitiva para la mejora del diseño y los diseñadores.
Un signo inequívoco de esta cristalización de tangibles generados por READ es el proyecto FSWD-From Spain With Design que hemos presentado en el 8ENAD y en el que he tenido el placer de trabajar con un grupo humano fantástico en los últimos años. Un proyecto para la promoción internacional del diseño español que debe servir también para empoderarnos y darnos cuenta que los diseñadores somos relevantes para el futuro de nuestro país.
Por supuesto, estos logros no me hacen perder la perspectiva de que si el camino se ensancha, el futuro aparece más amable, pero se torna también más complejo y trabajoso, y así se nos presentan los próximos retos de READ: cómo no morir de éxito, cómo dotarnos de las herramientas y procedimientos que nos permitan crecer con participación/apoyo de todos los agentes de manera trasparente y horizontal; ser capaces de dar el salto definitivo a la profesionalización de al menos algunas áreas de la red, lo que dará retornos más nítidos, constantes y rápidos; cómo hacernos internacionales sin perder de vista lo nacional… Sólo afrontando estos retos seremos capaces de encarar y responder a los múltiples requerimientos que se nos están haciendo con la calidad que el diseño y el momento requiere.
Cuando lleguen días más turbios (que llegarán como todos los años, pues es ley de vida colectiva), quiero recordar estas reflexiones y ser consciente de lo que supone READ, de lo que significa y vale SER READ.
Nota final: el motor de cada ENAD es la asociación anfitriona, y por supuesto el 8ENAD no habría sido posible sin el trabajo duro y preciso del grupo de trabajo de DIP, con Juana Valcárcel y Teresa Jular a la cabeza: todo mi agradecimiento por el buen trabajo desarrollado.