La marca muestra por un lado la representación gráfica del paisaje: una propuesta colorista que juega con la variedad cromática propia del territorio y reflejo de dicha diversidad. Por otro lado, la representación tipográfica del territorio se basa en una fuente de palo seco y regia en sus formas. La cultura se representa de igual manera con una fuente de palo seco cuyos caracteres se encuentran más separados entre sí.